Pasankalla , la enciclopedia libre

Pasankalla
pipoca, tutucas, mana, chichasara o cocoliche

Pasankallas en bolsa plástica
Tipo de plato Aperitivo
Ingredientes principales Maíz Amarillo y Azúcar

Pasankalla en Bolivia, pipoca en Brasil, tutucas en Argentina, maná o cocoliche en Perú, es un insuflado de maíz[1]​ que lleva diferentes cantidades de azúcar.

En Bolivia[editar]

En Bolivia su lugar de producción tradicional es el conjunto de poblaciones cercanas a Copacabana y el lago Titicaca.[2]​ Se cree que la población de donde es originario este alimento es Lock'a.[3]​ Actualmente se produce en varios departamentos de Bolivia y se consume en todo el país[4]​ además de ser exportado a otros países de América, Europa y Oceanía.[5]

Características[editar]

Ejemplo de Pasankallas mostrado en una tienda de Bolivia

La pasankalla tiene similitudes con las palomitas de maíz, aunque se produce con diferentes tipos de maíz; el maíz utilizado para la pasankalla es el denominado p’isanqella,[6]​ uno de los varios tipos de maíces de Bolivia, de grano grande y final puntiagudo. Adicionalmente, el sabor de las pasankallas es siempre dulce, aunque las técnicas de endulzado y las cantidades de azúcar añadido son diferentes dependiendo del estilo de preparación; la pasankalla puede ser también coloreada en rosa o celeste.

La producción ha sido tradicionalmente artesanal y la comercialización se ha realizado masivamente en ferias, puestos ambulantes y mercados populares, vendiéndose por peso y siendo una compañía tradicional de frutas, otros insuflados, mesas del día de Todos los Santos,[7]​ y diversas festividades y actividades sociales y de esparcimiento.

En la ciudad de El Alto para el año 2000 se habían identificado al menos 171 microempresas familiares dedicadas al tostado de pasankallas utilizando materia prima del valle de Bolivia.[8]

A partir de la década de 2000 se han desarrollado iniciativas empresariales para comercializar las pasankallas en formatos industriales en el mercado formal constituido por supermercados y tiendas[9]​ y exportar las pasankallas con diferentes variaciones, nombres y formatos, siendo Tossitos, San Javier y Tutucas las marcas encargadas de la producción de tipo industrial.

Preparación[editar]

La preparación tradicional de pasankalla se realizaba en ollas de barro calentándolas hasta que los granos de maíz estallen. Actualmente se preparan en procesos de carácter artesanal, utilizando máquinas de fabricación igualmente artesanal.

En Perú[editar]

En Perú, conocidos también como cocoliches,[10]​ se produce al sur donde es conocido como mana, exactamente en el departamento de Cusco y el departamento de Puno, ambos cerca al lago Titicaca. Asimismo, Cusco es el principal productor de maíz, insumo esencial para la preparación de mana.[11]​ En Arequipa es conocido como chichasara, un vocablo quechua que significa tostado de maíz.[12]

Nombres locales[editar]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. «5 curiosidades de la pasankalla». 
  2. «El Maíz Andino en el Arca del Gusto». 
  3. «CINCO COMUNIDADES EXPONEN SUS SABERES ANCESTRALES A TRAVÉS DE COMIDA Y ARTESANÍAS». 
  4. «DESAYUNO ESCOLAR INCLUIRÁ PASANKALLA». 
  5. «La pasankalla llega a 10 países». La Razón. 1 de marzo de 2015. Consultado el 19 de febrero de 2019. 
  6. «https://calendariosaboresbolivia.com/tag/pasankalla/». 
  7. «Origen y significado de ofrendas y figuras de las "mesas" de difuntos». 
  8. Ortíz (Compiladora), Ana María (2012). «Los maíces en la seguridad alimentaria de Bolivia». Centro de Investigación y Promoción del Campesinado. 
  9. Imaña, Gabriela (23 de noviembre de 2014). «Pasankallas, fideos y cereales dulces toman los supermercados». La Razón. Archivado desde el original el 18 de febrero de 2019. Consultado el 19 de febrero de 2019. 
  10. Miranda, Adriana (13 de mayo de 2013). «Cocoliche, ¿cómo se preparan? - Jama.pe». Jama.pe - Foodie blog. Consultado el 13 de diciembre de 2023. 
  11. https://www.inia.gob.pe/wp-content/uploads/investigacion/programa/sistProductivo/variedad/maiz-amilaceo/INIA_613.pdf
  12. https://issuu.com/larepublica_peru/docs/edicion_v._27/6