Eulogio Cantillo , la enciclopedia libre

Eulogio Cantillo
Información personal
Nacimiento 13 de septiembre de 1911, Mantua, Pinar del Río.
Cuba Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 9 de septiembre de 1978 Ver y modificar los datos en Wikidata (66 años)
Miami (Estados Unidos) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Cubana
Información profesional
Ocupación Militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata

Eulogio Amado Cantillo Porras (Mantua, Pinar del Río; 13 de septiembre de 1911-Miami, Florida; 9 de septiembre de 1978) fue un militar cubano que se desempeñó como Jefe del Estado Mayor Conjunto durante la dictadura de Fulgencio Batista y cuando este último huyó hacia República Dominicana a causa del triunfo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959 quedó de hecho como la máxima autoridad en Cuba. En esa situación se nombró a sí mismo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, exigió la renuncia del presidente del Senado, Anselmo Alliegro, y proclamó restablecida la Constitución de 1940. Finalmente mandó a buscar a Carlos Manuel Piedra, magistrado del Tribunal Supremo, para indicarle que le correspondía la sucesión presidencial. Fue juzgado por los tribunales revolucionarios y condenado a 15 años de prisión. Liberado antes de cumplir la totalidad de la sentencia viajó a Miami donde murió.

Biografía[editar]

Nace el 13 de septiembre de 1911 en la localidad de Mantua, provincia de Pinar del Río. Cuando joven se gradúa del Colegio Militar de Cuba con honores, alcanzando rangos superiores en las fuerzas armadas rápidamente. El general Eulogio Cantillo era el militar más destacado de su promoción, siendo Ramón Barquín el segundo. Era Jefe del Cuerpo de Aviación del Ejército cuando fue designado como Jefe del Estado Mayor Conjunto durante el régimen de Fulgencio Batista (1952-1958) aunque no participó del golpe militar que lo llevó al poder.

En los últimos días de 1958 cuando resultaba evidente que los grupos revolucionarios derrotarían a la dictadura, Cantillo se entrevistó y negoció con Fidel Castro una salida negociada que los revolucionarios aseguran no cumplió. El General Cantillo facilitó la huida de Fulgencio Batista a República Dominicana[1]​ y quedó al mando de Cuba en la madrugada del 1 de enero de 1959.

En esa situación se nombró a sí mismo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, exigió la renuncia del presidente del Senado, Anselmo Alliegro y Milá, y proclamó restablecida la Constitución cubana de 1940. Finalmente mandó a buscar a Carlos Manuel Piedra, magistrado del Tribunal Supremo, para indicarle que le correspondía la sucesión presidencial. Se instaló en Columbia con los remanentes del ejército de Batista.

Juzgado por los tribunales revolucionarios fue condenado a 15 años de prisión. Fue puesto en libertad en 1967, antes de cumplir la totalidad de la pena. Se exilió en Miami en 1968, donde se sumó a los grupos anticastristas. Murió en 1978.

En mayo de 1959 el diario Prensa Libre (que no sería robado por los comunistas hasta un año más tarde) publicó unas referencias a la actitud de Cantillo a propósito del golpe. El fragmento aparece en el libro "General Regreso" de Newton Briones Montoto.

Según testimonio de Ruperto Cabrera, al ser llevado detenido a la casa de Emelina Miranda, suegra de Fulgencio Batista, (según palabras de Briones Montoto devino una suerte de puesto de mando de la conspiración), encontró a Eulogio Cantillo.

Al verlo Cantillo le dijo: "-General, ya sabe usted lo que ha pasado, yo nada pude hacer para impedirlo. -Yo estoy preso -le contestó Cabrera. Usted es mayor de edad y sabe lo que hace. Comprendí que el general Cantillo no estaba detenido porque conservaba su pistola al cinto". (Briones Montoto, Newton: "General Regreso", Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2005, p. 404).

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. En una entrevista a Fulgencio Rubén Batista, hijo del General Fulgencio Batista y Zaldívar, aquél cuenta sus recuerdos del momento de salir con su padre de Cuba:
    «Yo recuerdo a mi padre aún en la escalerilla aconsejando a Cantillo. Si no es por Cantillo de allí hubiera sido muy difícil salir. Él había regresado de Oriente, y llegando se reúne con Batista esa misma noche sobre las 10:00. Mi padre le dice que iba a renunciar para evitar derramamiento de sangre y que él tomara el mando de Columbia. A esas altas horas se transfiere el mando a Cantillo. Cantillo llama a algunas figuras para que lo ayudaran, y fueron a buscar al Magistrado Piedra a la casa, el magistrado más antiguo, y le dicen que él era el presidente. Esa fue si se quiere una misión constitucional de Cantillo, que acabó siendo sacado por Barquín y no por Camilo Cienfuegos como cree la gente. Cantillo y Barquín habían sido compañeros de curso».Entrevista con el Sr. Fulgencio Rubén Batista y Godínez, hijo del General Fulgencio Batista y Zaldívar, por Emilio Ichikawa. Coral Gables, 2006